Al hacerlo así, el creyente declara al mundo que ha muerto con Cristo y que también ha sido resucitado con Él, para caminar en una nueva vida. El bautismo no es una sugerencia; es un mandamiento (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 10:47-48; Romanos 6:4); y no se debe bautizar a nadie que aún no haya creído (p.ej., a los recién nacidos)
LA SANTA CENA O CENA DEL SEÑOR
La Santa Cena, Santa Comunión o Cena del Señor, la cual consiste de los elementos: Pan y vino, es el símbolo que expresa: Un memorial de Su sufrimiento y muerte (1Corintios 11:26); y Una profecía de Su segunda venida (1 Corintios 11:26). La Santa Cena es celebrada únicamente por los que tenemos el Espíritu de Cristo (Rom. 8:9), formamos parte Su cuerpo místico (1 Cor. 10:16-17; 12:12-27) y tenemos la esperanza de participar de Su naturaleza divina (2 Pedro 1:4); Y debe hacerse siempre de una manera digna, que no sea ofensiva a Dios (1 Corintios 11:27-32).